El informe encargado por la Comisión Nacional a la consultora OveArup&Partners que parece ser ha dado lugar a la noticia aludire a datos y cifras negativos como el descenso de ingresos y descenso de actividad para el prestador del servicio postal en España (Correos). Este análisis, por otro lado nada sorprendente dada la coyuntura económica, sigue la misma línea de informes similares relativos a años anteriores a medida que la crisis económica se iba acentuando. En Europa, en los últimos años, el mercado postal es un mercado en contracción fuertemente influenciado por la crisis financiera y por otros factores además (entre ellos el efecto sustitución provocado por la irrupción de las nuevas tecnologías), en España, los efectos de esta contracción se están sintiendo con mayor agudeza debido a las especiales características de nuestro sector postal. El Operador Postal (Correos) prestador del servicio universal, nunca ha tenido una posición de privilegio desde que existe el llamado mercado postal, porque aquí nunca ha existido un monopolio postal convencional (primer error que cometen muchos de los que se ponen a hacer análisis y teorías sobre el sector postal español) como si lo han tenido el resto de operadores europeos. La ignorancia de este hecho, en los informes que se hacen para establecer comparaciones entre el sector postal en España y el resto de Europa, suele provocar errores de bulto en las conclusiones y puede conllevar también extrapolaciones que podrían calificarse de tendenciosas. Servirse de un informe que está orientado esencialmente a hacer una fotografía del mercado postal -europeo y español- para elaborar un artículo, de forma sesgada y utilizando en algún momento la media verdad, concluyendo con una teoría de desprestigio hacia Correos y sus empleados, es intolerable: Al margen de que sepamos que cualquier fotografía que se haga del Sector Postal en este momento, no puede salir “en colores”, porque la realidad (no solo la de este sector sino del conjunto del país) es en “blanco y negro”. No es cierto que Correos sea ineficiente. No hay más que compararlo con los resultados del conjunto del sector público –si tienen curiosidad que hagan este ejercicio también con el sector postal privado- para ver el esfuerzo que están haciendo los trabajadores de Correos en un contexto tan difícil y peliagudo. Lo que sí es cierto es el “valor intangible” (que en el artículo no se cita y que no se puede medir con la vara economicista sin más) del servicio público que Correos presta en todo el territorio nacional sin exclusión geográfica, económica o social. Correos (mal que bien) está dando respuesta a la liberalización decidida por la UE y a la crisis con los medios de los que dispone y sin partir de un monopolio como ocurre en Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Países Nórdicos etc. También Correos afronta desde hace años una competencia feroz que se ha ido asentando sin reglas y desde el canibalismo, y está abordando paulatinamente –no suficientemente y con menos rapidez de la necesaria –el reto de la diversificación y de la potenciación de las TIC vinculadas a lo postal. Con sus altibajos y etapas fluctuantes (en función de la diversidad y tipología de las Direcciones que el ámbito de político de turno ha ido asignando, a veces sin criterios de adecuación al puesto) Correos viene resistiendo razonablemente, pese a muchos pesares, los embates de las evoluciones existentes en el sector. Por otra parte, estamos absolutamente convencidos –con datos comparativos en la mano– de que Correos no tiene exceso de plantilla, entre otras cosas porque ya se viene haciendo una adaptación paulatina de la estructura a los niveles de actividad (aunque a veces con excesivo celo y en perjuicio del servicio universal). Los medios no reflejan que el mercado postal español es el más fragmentado de Europa. Que más de 2.400 empresas realizan servicios postales de Courier y que más de 400 empresas realizan servicios en el sector postal tradicional. Que el segmento en el que Correos tiene una mayor presencia –el de los servicios postales tradicionales– está desregulado de facto desde los años 60 al amparo de una especie de ley de la selva de “quien más barato haga el servicio, al margen de la calidad, se lo lleva”. Sin embargo, pese a ello Correos tiene que llevar lo que no es rentable por la obligación de ser prestatario del servicio universal. Muy pocas veces se refleja el hecho de que 27.000 carteros reparten diariamente 20 millones de objetos a 17 millones de domicilios y a 2 millones de empresas. Y que el grueso de esta actividad se hace en calidad de servicio público y a unos precios políticos inferiores al coste. De esta servidumbre de “improductividad” no suele hablarse en los artículos de prensa. Los artículos periodísticos no suelen explicar porqué la carta de Badalona para Canarias -que tiene un coste de más de un euro y tiene por tanto la vitola de “improductiva”- ha de llevarla Correos quiera o no quiera. Mientras que la carta de San Cugat para Barcelona (0,37 cts) que dejaría un margen de valor añadido a Correos –para poder hacer economía de escala y compensar pérdidas como la anterior carta señalada para Canarias– no es fácil que Correos la lleve, porque el cliente tiene -por lo general- ofertas mucho más atractivas de precio por parte del sector privado, que no tiene que soportar el coste de la estructura del servicio postal universal. No se trata de dibujar un escenario de confrontación “público vs privado” sino de decirle a los medios que se acercan al sector, que vean, analicen y pontifiquen si quieren, a partir del rigor y sobre todo de realidades tangibles. Seguramente, a los medios que hablan con esa facilidad de “empleados postales improductivos”, no les gustaría que los carteros hablaran sin conocer la realidad del sector de medios de comunicación. Nosotros no lo hacemos. Sería una injusticia para con la inmensa mayoría de los profesionales del periodismo. Sabemos que para enjuiciar algo hay que tener un conocimiento real de lo que se juzga. Pero creemos que el artículo se basa en una visión inexacta e incompleta y se hacen juicios de valor injustos y ofensivos para los miles de empleados que hacen posible que 45 millones de españoles y 2 millones de empresas/usuarios tengan cada mañana un servicio de Correos eficiente, socialmente útil, eficaz y sobre todo confiable. www.maycarr.es]]>