El presupuesto de Fomento para infraestructuras está en situación crítica. Nunca antes había tenido el Ministerio de Fomento tantos problemas. Varias autopistas de peaje en la quiebra, la inversión por los suelos en 2.000 millones de euros cuando las constructoras piden 6.000, las deudas de ADIF y AENA en la estratosfera. Acaba de entregarle mas joyas de la corona, practicamente miles de kilómetros de red al ADIF para que los bancos puedan considerar refinanciarle, sin aval del estado. La imagen de la primera industria nacional, el turismo, se pone entredicho con la crisis de Iberia. Malestar y posible huelgas en el transporte por carretera. Fuerte contestación a la modificación de la Ley de Transporte Terrestre. Una liberalización del ferrocarril abortada o descafeinada en los primeros compases. La ministra ha escogido a dos profesionales que tienen el perfil correcto. Niño no se anda por las ramas al señalar los errores cometidos y Pozo viene del ejercito y va necesitar imponer disciplina. Ayer tomaron posesión mientras que la ministra seguía prometiendo mas obras, avanzar el corredor mediterráneo, las conexiones ferroviarias con los puertos, citó expresamente al de Algeciras, terminar este año el AVE a Alicante, y ya tomó velocidad para citar todos los AVes previstos, el AVE a Galicia, Asturias, Bilbao, Almería, Granada sin olvidar Extremadura remató. Lo hizo encadenando frases sin dar plazos salvo para el de Alicante, dejando en el aire los demás. Un imposible que sabe que duplicaría la red actual, cuadruplicaría la Alemana y doblaría la China. Manuel Niño es Ingeniero de Caminos y ha sido el director General de Ferrocarriles con Álvarez Cascos hace más de diez años y ahora también con la ministra Pastor. Niño es un profesional, un cartesiano y no por su faceta ingenieril sino porque “duda” y por eso existe. Niño es uno de los pocos técnicos del ministerio que aún desempeñando una faceta política no alcanza a engañarse todos los días. Sus manifestaciones siempre llaman a la reflexión. Hace poco, en un encuentro ferroviario, acosado por los proveedores y constructoras que quieren más inversiones, 4.000 millones al año para el FFCC solo, Niño dijo que la crisis debería de servirnos para reflexionar sobre los errores cometidos. En el mismo encuentro, y entre las mismas peticiones de sostener las inversiones públicas, dejó pasar en voz alta que el corredor mediterráneo, en su versión anterior, habría necesitado 47.000 millones de euros que creen que la economía española no vería en muchos años. A muy pocos se les hizo evidente que Niño hablaba tan bien de si mismo y de las etapas anteriores en el Ministerio de Fomento. Niño ha transparentado ahora, que decisiones tomadas en plena bonanza económica ya le parecieron dudosas. Hacienda es inflexible pero esta administración de infraestructuras no va a engañarla y eso es bueno. De Pozo dicen que es persona de orden, valores militares y su corte de pelo casi es de marine, lo va a necesitar. En política logística, donde la ministra ensaya un nuevo sistema para conciliar todos los intereses en juego. La creación de la unidad logística puede acabar en un comité más, en un órgano más y en una pérdida de tiempo más. Mucho cuidado va a tener que tener Niño y Pozo para que la creación de estos foros no redunde en el encastillamiento de intereses territoriales de Comunidades Autónomas que disponen de demasiadas competencias, controlan los puertos y por otro lado de los lobbies que actúan en las asociaciones de transporte y de logística, arrimando el ascua a su sardina inversora. wwww.maycarr.es]]>