“Los que tenemos barcos nunca podemos esperar”
“Cartas de adhesión” Estrategia o chantaje
Hoy a las 17h de la tarde todo está preparado para, tras la Asamblea de Anesco de esta mañana, firmar el preacuerdo que desde el día 5 de julio, se mantenía sobre el texto del cuarto Acuerdo Marco sobre la estiba. Los acontecimientos de los últimos meses han dado pie a distintas versiones e interpretaciones, muchas espectaculares.
Sucintamente, los hechos son que en la negociación del convenio colectivo de la estiba que se suponía decaía el 8 de julio pasado, ya desde abril las negociaciones fueron muy intensas y se produjo el primer desencuentro en abril, cuando Anesco presentó una plataforma de negociación del convenio que incluía ciertos aspectos de la reforma laboral del año pasado.
El más sorprendente para Coordinadora fue la postura inédita de pedir un cómputo real de jornada, es decir, que si un equipo de estibadores entraba a trabajar en su turno de 6 horas en un buque y terminaba la faena en 3 horas, que esa jornada no se contara como una habitual de 6, 8 para el resto de mortales, sino de 3 horas.
Esta postura rompía tremendamente con el corazón del trabajo portuario que siempre se ha caracterizado por el “destajo”. “Si terminas antes te marchas antes”. Velocidad y rapidez a la hora de despachar un barco, elemento positivo que tiene mal encuadre en nuestra legislación laboral. Esto sorprendió a los estibadores, pero en reuniones siguientes pareció que Anesco olvidaba esto e incluso se avino a un texto de Acuerdo Marco donde Coordinadora ganaba en poder centralizador a la par que ofrecía a las empresas estibadoras ciertos blindajes y subrogaciones que podían satisfacer a parte de ellos, por si llegaba una competencia europea no obligada a utilizar el censo de portuarios en las sociedades de estiba.
Así se desenvolvieron las negociaciones, hasta que el viernes 5 de julio a las 17h de la tarde, al límite de la salida de los aviones de los negociadores de Coordinadora, se produjo el desencuentro sobre la ultraactividad, es decir, sobre la extensión sine die de los convenios si no había acuerdo entre las partes.
Eso dio pie como consecuencia a un aplazamiento hasta el 19 de julio para esperar a las reuniones de las asambleas de Anesco y Coordinadora, que desembocó en otro aplazamiento hasta el 24 de julio, a la espera de la asamblea de Anesco y Coordinadora, el día antes, martes 23 de julio.
A las 16h de la tarde, se produjo la gran sorpresa, inédita en la historia de la patronal de empresas estibadoras, que envió un comunicado a la prensa rompiendo la negociación, negándose a asistir al día siguiente a la mesa, sobre el punto de la ultraactividad como excusa. Después, tras semana y media de presión, el jueves 25 se llegó al acuerdo entre Anesco y Coordinadora de sentarse el lunes 29 a las 17h de la tarde para la más que probable firma del Acuerdo Marco.
Las versiones desde aquí difieren según los interlocutores. En cuanto a Coordinadora, todo el mundo coincide en que estaba preocupada e incluso “nerviosa” por lo que podía pasar si se quedaba sin convenios. Incluso desde Coordinadora se han lanzado mensajes públicos de conciliación y de ganas de firmar el acuerdo. Indudablemente, el Acuerdo Marco es un triunfo para Coordinadora, ya que logra, salvo la congelación de la antigüedad, todos y cada uno de sus puntos. Si además lo redondeaba con un pacto de ultraactividad entre las partes, sería muy difícil de ser tumbado ante los tribunales, en cualquier instancia, como ha demostrado una reciente sentencia de la Audiencia Nacional sobre un convenio con el sindicato de pilotos Sepla, en el que Air Nostrum negaba su ultraactividad y que el Alto Tribunal Central ha confirmado.
La realidad es que en la política diaria según muchos interlocutores Coordinadora ha aplicado la “zanahoria” de las buenas palabras, y el “palo” de los paros selectivos, la presión para la firma de documentos de adhesión, menú a la carta, que según muchos consiste en “o firmas o te paramos”, y las “micro” asambleas “informativas” que paran un puerto una mañana, y rompen cualquier operativa. Las navieras por ejemplo con distintas coletillas firmaron todas, la “amigable carta de adhesión”, así están las cosas explican los firmantes resignados.
Desde Anesco, el análisis y las versiones son más dispares. Hay parte del empresariado que cree que se va a perder una enorme oportunidad de llegar a un avance en moderar el sistema de la estiba español y además no prolongarlo de forma ilimitada en el tiempo. Son los que dicen “no podemos esperar seis años” Fueron los que provocaron que en abril se llevara a la mesa una plataforma reivindicativa por parte de la patronal, y los que claramente han empujado en julio a dar marcha atrás en la ultraactividad y después a emitir el comunicado del día 23, rompiendo las negociaciones.
Otra parte de Anesco, estando de acuerdo en los principios básicos expuestos, y hasta ” el gorro de las arbitrariedades de Coordinadora”, sin embargo pretendían lanzarle un pulso a Puertos del Estado y al Gobierno para ver hasta dónde estaban dispuestos llegar en esta ortodoxia empresarial siguiendo los dictados de la reforma laboral de hace un año. ” Si nos apoyáis adelante si no no”.
Esto ha dado pie a dos versiones diferentes sobre la postura de Anesco, una que sigue la lógica de cualquier empresario que quiere que los convenios no se petrifiquen y se vuelvan a negociar parte de ellos cuando concluyan, y los que creen que la estiba española no puede esperar 5 ó 6 años a una sentencia de los tribunales para ser reformada. Otros dentro de ambos grupos de Anesco piensan que se corre mas riesgo no avanzando en moderar la estiba y dejándolo al albor de que el Tribunal de Luxemburgo dicte en contra del modelo español y el Gobierno tenga que legislar.
Según otros observadores, una tercera parte de Anesco ve esto con más filosofía y cinismo, y acostumbrado a las presiones de Coordinadora, ha preferido utilizar las mismas para volvérselas contra el que creen último responsable del desgobierno de la estiba y el pagano de los sobrecostes de este colectivo de 6.000 trabajadores: que no es otro que el estado paternalista, lo malo es que eso desde Merkel son ustedes y nosotros los contribuyentes ya que no hay mas cheques en blanco.
Ya que el Gobierno no nos protege, que nos indemnice, sería el resumen de esta postura. De aquí que los que creen en esta versión dicen que Anesco solo ha estado escenificando la presión de Coordinadora, para después exponerle al Ministerio de Fomento, a la sufrida ministra y al presidente de Puertos del Estado, el hábil Llorca su responsabilidad, para protegerles.”La simbiosis de siempre” para algunos luchadores contra Coordinadora que no ocultan a este periodista su frustración, ” aquí no hay patronal”, rugen.
Le han expuesto a estas instancias gubernamentales, como las huelgas y paros selectivos, la remisión de cartas de adhesión individuales a los distintos colectivos, tanto empresas terminalistas como navieras, para que fuesen claudicando ante el texto del Acuerdo Marco, fuesen investigadas y en su momento sancionadas, creyendo que esto son unos presuntos chantajes y extorsiones distintos a la convocatoria formal de una huelga con preaviso, plazos de negociación y algo esencial, un calendario cierto que pueda avisar a los buques y sus escalas.”Los que tenemos un buque en el muelle nunca podemos esperar”.
Estos empresarios de Anesco piensan que son intolerables las acciones unilaterales por parte de Coordinadora, que los ponen a merced de ellos, ya que los barcos no pueden esperar en los puertos con la incertidumbre de si van a descargar o no, o si van a dejar miles de contenedores en tierra o si su escala va a prolongarse el doble por bajos rendimientos.
Esta parte, harta de estas maniobras, han creído de buena que el Gobierno debería actuar sobre ellos. Y ahora son los que denuncian que este Gobierno, José Llorca y la ministra de Fomento se han desentendido de las acciones y presiones de Coordinadora.
Estas son las distintas versiones que han llegado sobre este episodio de la negociación del IV Acuerdo Marco que hoy se va a firmar.
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