La huelga fue menor que en ediciones anteriores. Un millón de personas mas asistió al trabajo, y el consumo eléctrico bajo menos. Pero el miedo se dejo notar en la logística. El miedo a la situación económica, no al jefe hizo que se asistiese mas al trabajo, hizo que los puertos parasen totalmente por el miedo a unos estibadores que paraban por otras razones enfadados con Bruselas. Ya no se va a trabajar en las huelgas por miedo al jefe si no por miedo a la situación económica. Los puertos pararon por miedo a unos estibadores que paraban por que Bruselas les quiere quitar sus sueldos que doblan la media. El miedo y el exceso de prudencia hizo que grandes cadenas de distribución salvo el Corte Ingles parasen su logística y transporte para evitarse problemas, cuando sus transportistas querían y podían trabajar, no enviaron programaciones de reparto. En algunos casos lo hicieron por iniciativa propia. Adelantaron los envíos al día anterior ocasionando efectivamente una menor actividad el día de la huelga. El miedo de CLH y de las petroleras hizo que adelantasen masivamente sus envíos, y las cisternas se dispersaron y ocultaron, ayer trabajaron pero tuvieron sus puertas cerradas al transporte. El miedo y la necesidad de hacer favores a los comités de empresa hizo que las grandes industrias parasen o hicieran paros matutinos simbólicos para luego encerrarse a trabajar como en alguna fábrica de automóviles pero con una cadena dislocada. El miedo a los piquetes interrumpió el acceso a plataformas logísticas y mercas a primera hora pero los que quisieron entraron. El miedo causó el efecto mayor. A pesar del menor efecto sindical y eso que estuvo mejor preparada por los sindicatos para captar el efecto mediático tan pronto como fuese posible movilizandose de madrugada. Pero un día a mitad de mes para los mermados presupuestos familiares hizo que cayese el consumo y el acceso a los centros comerciales. El miedo a la situación económica causó lo que Cándido Méndez se apunto como huelga civil. El consumidor deja de comprar a la menor excusa. Hasta el vicepresidente de la Unión Europea tuvo miedo a las feas fotos de los disturbios “a la griega” que hoy aparecen en los medios internacionales y salió por la tarde perdonando a España nuevas medidas de austeridad en 2.013, como si se pudiesen aplazar. Los sindicatos convocaron la huelga por miedo a su perdida clara de influencia social. Cuando los dias perdidos por huelga en España han caido en la crisis el 20%. De estos miedos que paralizan a todo el mundo mas vale que se reflexione. Por Armando Estrada, Ingeniero de Caminos, ACGI y editor de LyT. www.maycarr.es]]>