Las ventas del comercio minorista de confección en España y Portugal, uno de los sectores que absorbe más actividad logísticajunto con la alimentación, se redujeron un 3,3 por 100 en 2013, hasta los 20.025 millones de euros, correspondiendo algo más de la mitad acadenas especializadas. Desde el máximo alcanzado en 2006 este mercado ha perdido cerca de un 25 por 100 de su valor.
El valor del mercado en España se cifró en 16.600 millones de euros, tras registrar igualmente una caída del 3,3 por 100, manteniendo la tendencia a la baja observada en los ejercicios anteriores. Por su parte, el mercado portugués se situó en 3.425 millones, un 3,1 por 100 por debajo del año 2012, en el que había contabilizado un retroceso del 6 por 100.
Mientras el segmento de detallistas independientes, la facturación contabilizó caídas del 10 y del 7 por 100 en 2013, respectivamente, el volumen de negocio en el segmento de grandes almacenes e hipermercados registró un descenso cercano al 3 por 100 en ambos países. Las cadenas especializadas, que continúan ganando cuota de mercado gracias a sus planes de expansión, alcanzaron en 2013 una facturación similar a la del año anterior.
Para el cierre de 2014 se estima un moderado crecimiento de los ingresos, en el conjunto del mercado ibérico, cercano al 2 por 100, gracias al mejor comportamiento del consumo privado. En 2015 el valor del mercado podría alcanzar un incremento próximo al 4 por 100, hasta el entorno de los 21.200 millones de euros, lo que haría aumentar proporcionalmente el volumen y flujos de la cadena de suministros del sector.
Dispersión y concentración
En diciembre de 2013 se encontraban operativos en el conjunto del mercado ibérico un total de74.200 establecimientos de venta minorista de confección, cifra que se ha reducido en casi un 20 por 100 desde el máximo alcanzado en 2006. En España existían cerca de 60.000 tiendas en 2013, un 0,3 por 100 menos que en 2012. Por su parte, en Portugal el número de empresas presentes en el sector era de alrededor de 12.000.
Sin embargo, frente a esta dispersión que condiciona la logística y la hace muy capilar, los cinco primeros operadores del mercado ibérico alcanzaron en 2013 casi la mitad de la cuota sobre el valor total de las ventas (48 por 100). En España las cinco primeras empresas reunieron la mitad del mercado, frente al 32 por 100 registrado en Portugal.
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