El rescate de un buque holandés en los últimos días y su traslado a Ferrol lo corroboran Los buques optan por fondeadero de Ares en vez del puerto exterior El oleaje de los últimos días en la costa cantábrica y de Galicia, sumado al rescate que se ha producido la semana pasada en estas mismas aguas, han empujado de nuevo a la escena al Puerto de Langosteira. Lejos de abandonar su protagonismo en el sector, el puerto exterior de A Coruña parece sacar de nuevo la mano entre la multitud para preguntarse a si mismo si su nacimiento como “puerto refugio” se está cumpliendo. Tras el desastre del Prestige en el año 2002, llegó al litoral coruñés este dique que nació, como indica el Faro de Vigo en su página web, como un proyecto para “liberal el tráfico de la zona portuaria coruñesa y convertirse en puerto refugio para albergar buques en peligro”. Pero la llegada de este puerto exterior a escena no está exenta de cuestiones sin responder y ahora, tras el rescate de la semana pasada del buque holandés Abis Calais crecen de nuevo los interrogantes. El Abais Calais tuvo un rescate que duró algo más de 53 horas. La dificultad era tal, como recoge el mismo diario, que se rompieron varias veces los cabos con el remolcador. Una operación complicada, con 5.000 toneladas de pellets, que tuvo su final en los muelles de Navantia en Ferrol. – El fondeadero natural de Ares, un refugio de confianza El mismo diario gallego, recoge que los buques tradicionalmente están recurriendo al fondeadero natural de Ares cuando el temporal azota en la costa gallega. De este modo Langosteira queda relegado a un segundo plano cuando se habla de el como “puerto refugio”. “En un temporal como el de estos días, con olas de hasta 10 metros, pensar en meter un barco así en Langosteira es muy complicado, pensando incluso con el apoyo de los remolcadores porque las características orográficas y meteorológicas son difíciles y hay que maniobrar mucho”, explican las fuentes del sector consultadas por El Faro de Vigo. El rescate de un buque holandés en los últimos días y su traslado a Ferrol lo corroboran Los buques optan por fondeadero de Ares en vez del puerto exterior El oleaje de los últimos días en la costa cantábrica y de Galicia, sumado al rescate que se ha producido la semana pasada en estas mismas aguas, han empujado de nuevo a la escena al Puerto de Langosteira. Lejos de abandonar su protagonismo en el sector, el puerto exterior de A Coruña parece sacar de nuevo la mano entre la multitud para preguntarse a si mismo si su nacimiento como “puerto refugio” se está cumpliendo. Tras el desastre del Prestige en el año 2002, llegó al litoral coruñés este dique que nació, como indica el Faro de Vigo en su página web, como un proyecto para “liberal el tráfico de la zona portuaria coruñesa y convertirse en puerto refugio para albergar buques en peligro”. Pero la llegada de este puerto exterior a escena no está exenta de cuestiones sin responder y ahora, tras el rescate de la semana pasada del buque holandés Abis Calais crecen de nuevo los interrogantes. El Abais Calais tuvo un rescate que duró algo más de 53 horas. La dificultad era tal, como recoge el mismo diario, que se rompieron varias veces los cabos con el remolcador. Una operación complicada, con 5.000 toneladas de pellets, que tuvo su final en los muelles de Navantia en Ferrol. – El fondeadero natural de Ares, un refugio de confianza El mismo diario gallego, recoge que los buques tradicionalmente están recurriendo al fondeadero natural de Ares cuando el temporal azota en la costa gallega. De este modo Langosteira queda relegado a un segundo plano cuando se habla de el como “puerto refugio”. “En un temporal como el de estos días, con olas de hasta 10 metros, pensar en meter un barco así en Langosteira es muy complicado, pensando incluso con el apoyo de los remolcadores porque las características orográficas y meteorológicas son difíciles y hay que maniobrar mucho”, explican las fuentes del sector consultadas por El Faro de Vigo. Por último, destacar las declaraciones que se hacen desde el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante y que recoge el mismo medio: “No es idóneo para meterse con temporal, es una zona con muchos bajos y condiciones climatológicas muy malas, oleaje y mal tiempo. Es que no se construyó para meter buques con problemas, es un puerto artificial”. La misma fuente añade que Langosteira “carece de infraestructuras, talleres y servicios necesarios para asistir a un barco con avería”. Por último, destacar las declaraciones que se hacen desde el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante y que recoge el mismo medio: “No es idóneo para meterse con temporal, es una zona con muchos bajos y condiciones climatológicas muy malas, oleaje y mal tiempo. Es que no se construyó para meter buques con problemas, es un puerto artificial”. La misma fuente añade que Langosteira “carece de infraestructuras, talleres y servicios necesarios para asistir a un barco con avería”. www.maycarr.es]]>