El 16 de octubre, en el Hotel Hesperia Madrid, se celebró una jornada dedicada a la seguridad en la distribución terrestre, organizada por el Centro de Formación Praxis, de A Coruña, en colaboración con la empresa de seguridad privada, Prosegur. A la reunión han asistido unos 60 representantes de las compañías más relevantes del sector de fabricantes de productos, distribución y logística, así como de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, los Mossos d’Esquadra y Ertzaintza. Una de las principales conclusiones de esta cita ha sido la necesidad fundamental de mejorar el intercambio de información entre las empresas implicadas en la distribución terrestre y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para mejorar la prevención y persecución de este tipo de delitos. También se han reclamado cambios legislativos que faciliten la investigación y persecución de las bandas organizadas. Asimismo, los asistentes a la jornada reclamaron la elaboración de un mapa de riesgos de las carreteras españolas, y que se cuantifiquen las pérdidas económicas que causa el robo de mercancías, según un comunicado de Praxis y Prosegur. En la apertura de este encuentro, Roberto Lage, director del Centro de Formación Praxis, afirmó que el robo de mercancías durante su distribución por carretera “ha alcanzado dimensiones preocupantes, tanto en Europa en general, como en España en particular. Su impacto económico en el territorio de la UE supera los ocho mil millones de euros anuales, una cifra equivalente al presupuesto anual de Galicia, a la que hay que sumarle las pérdidas por el retraso en la reposición de la mercancía, la competencia desleal que supone la venta de los productos sustraídos en mercados alternativos y el incremento del coste de las pólizas de seguros”. Por su parte, Guillermo Sáenz, director Comercial y de Marketing de Prosegur, señaló que esta jornada nació con tres objetivos; “obtener soluciones prácticas, fomentar la creación de foros de intercambio de información y conocer las inquietudes del sector del transporte”. Intervino también el comisario general de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía, Florentino Villabona, quien destacó el compromiso del CNP en la lucha contra los robos en tránsito, y defendió que “mejorar la seguridad del transporte por carretera beneficia a las empresas, a los propietarios de la mercancía, y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”. La visión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado A las nueve y media dio comienzo la primera mesa redonda de la mañana, titulada “Análisis de los problemas de seguridad en el transporte por carretera. Una visión desde los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Modus operandi delincuencial y mapa de riesgos”. En ella, se destacó la gran movilidad de las bandas organizadas que practican este tipo de delincuencia, que actúan en varias provincias, comunidades y países. Para hacer frente a este modus operandi es necesaria una coordinación entre las distintas fuerzas policiales. En esta mesa, participaron Koldo Olabarrieta, jefe de la Unidad de Delitos contra el Patrimonio de la Ertzaintza; Xavier Sánchez Solé, inspector jefe del Área Central de Investigación de Delitos contra el Patrimonio de la División de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra; Carlos del Valle, inspector jefe de la sección de Atracos y Robos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta del Cuerpo Nacional de Policía; y el capitán Alberto Rodao, del Grupo de Análisis de Delitos contra el Patrimonio de la Guardia Civil. Los expertos policiales señalaron también que la legislación actual dificulta la persecución de este tipo de delincuencia, pues el robo con fuerza, el método habitualmente más empleado para asaltar camiones, solo está penado con entre uno y tres años de cárcel, sin tener en cuenta el alto valor económico de algunos tipos de mercancía. Por lo tanto, reclamaron un cambio normativo que facilite la persecución de las bandas especializadas. Mientras esa reforma no se produce, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se esfuerzan en aplicar medidas preventivas, como la vigilancia de carreteras y áreas de servicio, que den una respuesta rápida a la problemática. Y, además, aconsejan a las empresas privadas que no descuiden sus medidas de seguridad. En este sentido, se resaltó la importancia de que los profesionales del sector y los cuerpos de seguridad celebren reuniones periódicas para intercambiar información sobre incidencias y medidas de prevención. La situación desde la perspectiva de los fabricantes y empresas de transporte Posteriormente, el jefe de Servicios Logísticos de Nestlé, Paolo Marone, pronunció la ponencia titulada “Los problemas de seguridad en el transporte por carretera. Una visión desde los fabricantes de productos”. Marone señaló que los casos “ha aumentado desde 2009, a causa de la crisis económica” y destacó que un 94% de las incidencias sufridas por Nestlé tuvieron lugar en fin de semana. Por productos, el café representa el 54% del valor de los productos sustraídos. El debate posterior se centró en denunciar la facilidad con la que los delincuentes pueden vender la mercancía sustraída, haciéndoles competencia desleal a las empresas. En algunos casos, recurren a los mercadillos, pero en otros acceden a cadenas de distribución y otros establecimientos. Los participantes coincidieron también, en señalar la importancia de adoptar medidas de concienciación social, para informar a la ciudadanía de las consecuencias de la adquisición de los productos robados en el tejido económico del país La segunda mesa redonda del día estuvo dedicada a las “Soluciones a los problemas de seguridad en el transporte por carretera. Propuestas desde las empresas de transporte de mercancías por carretera y de las compañías distribuidoras”, que contó con Luis Gimeno, director de Seguridad de Seur, y Eduardo Zapata, secretario general de la Organización Empresarial de Logística y Transporte, UNO. Luis Gimeno explicó el “enorme esfuerzo” que Seur realiza para garantizar la seguridad en toda su red de transporte, desde el uso de camiones semiblindados y monitorizados por GPS hasta la formación de sus conductores en medidas preventivas, y el empleo de equipos de vigilancia electrónica. Sin embargo, pese a estas medidas, ha aumentado el número de robos que han sufrido en los últimos años. También señaló el reparto capilar de mercancía como uno de los puntos débiles de la cadena de suministros. Por otro lado, Eduardo Zapata recordó que el sector del transporte de mercancías por carretera genera cada año 50.000 millones de euros, un 5% del PIB español, y está compuesto por más de cien mil empresas, muchas de las cuales son pymes que “no pueden asumir el coste de grandes medidas de seguridad”. Por eso, insistió en la importancia de la cooperación y el intercambio de información, tanto entre las distintas compañías como entre estas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. UNO intenta fomentar esta comunicación multilateral desde su Comisión de Seguridad. Ambos coincidieron en destacar que la actividad de las bandas organizadas, con métodos precisos y especializados, ha ido a más desde 2009, lo que se ha traducido en un incremento de la violencia en los robos. Por eso, reclamaron un “apoyo firme y decidido” de las fuerzas policiales en la lucha contra esta delincuencia. El sector de la seguridad privada, un aliado en esta problemática La última intervención corrió a cargo del director de Consultoría de Prosegur, Manuel Canalejas, que se centró en dar a conocer las propuestas de las compañías de seguridad para hacer frente a este tipo de incidencias. Recomendó a las empresas adaptar sus sistemas de protección al tipo de mercancía que trasladan, conocer bien las rutas que siguen sus conductores y establecer un protocolo de paradas. En resumen, elaborar un manual de buenas prácticas que contemple, además, la formación de sus transportistas y empleados. Por último, Canalejas sugirió la creación de zonas seguras a lo largo de la red viaria española para prevenir este tipo de delitos y proteger tanto a los trabajadores como a la carga que transportan. Tras la lectura de las conclusiones, el encargado de cerrar la jornada fue el comisario José Santiago Sánchez Aparicio, jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento del Cuerpo Nacional de Policía, que recogió una de las ideas centrales de la jornada, “la necesidad de mejorar los canales de intercambio de información y la colaboración entre la seguridad pública y la privada, un campo en el que España es pionera, y en el que tiene que seguir avanzando”. Conclusiones del informe: cada robo supone una media de 300.000 euros de pérdida Durante el acto también se presentó el informe El robo de mercancías en carretera, que ofrece una radiografía de este tipo de delincuencia en España y en Europa. En el documento se destaca que, de media, el robo de un camión supone una pérdida de casi 300.000 euros para la empresa propietaria. El análisis también muestra que cerca del 40% de los delincuentes actúan sobre todo durante las paradas de descanso que los conductores realizan en rutas de larga distancia. Más del 60% de los transportistas ha sido víctima de robos a pequeña escala y dos de cada diez ha sufrido asaltos por parte de bandas organizadas. En cuanto al tipo de mercancía sustraída, los productos tecnológicos representan un 27% de los casos, seguidos de los textiles (20%) y los productos de alimentación (12%). www.maycarr.es]]>