Son tan graves los problema del sector del transporte por carretera y su explotación, se ha llegado a tal situación de dura y feroz competencia, no ya entre los autónomos, sino entre las propias empreass, que hasta los más grandes flotistas se hallan desesperados, incapaces de frenar el camino que llevan las cosas. Esta semana se sabrá qué nueva empresa del presidente de otra gran patronal ha ido al concurso de acreedores. El temor y el desencanto en el sector, a pesar de que la crisis impulsa a los grandes operadores, no deja de crecer. Los problemas son tantos y muchos de ellos no se han querido ni abordar, que se necesita un verdadero pacto de Estado para el tema del transporte por carretera. El problema es que a nadie se le ha ocurrido. El Ministerio de Fomento está en otras cosas, como convocar en contra de todos los tribunales posibles, concesiones de transporte de viajeros. Los señores diputados y portavoces de la Comisión de Fomento no saben cuántas ruedas tiene un camión. Alguno de los dirigentes patronales atisba cuál puede ser la solución, pero tiene miedo de ejercer de aprendiz de brujo. Hasta ahora, que el sector fuese un desastre de organización, no le había venido mal, pero ahora que ve la crisis de cerca duda si tiene que liderar el movimiento o desvanecerse. Los problemas son tan serios que sólo un pacto y una transformación que tenga en cuenta un período transitorio para resolver los problemas, es una solución válida. En primer lugar, hay un problema de oferta, y se centra en el régimen laboral y fiscal de los autónomos y en las cooperativas. El sistema de módulos necesita desaparecer tal como lo conocemos, pero para ello es necesario un compromiso y un período transitorio. Se ha jugado durante todos estos años a dilatar esa toma de decisiones, y la oportunidad de cambiar cada vez está más lejos. Se necesita tomar la decisión de que todos los competidores en el sector tengan prácticamente la misma base de costes.Para ello se necesita una fórmula valiente que dé un período transitorio para que los autónomos se puedan ajustar y que a cambio reciban un tratamiento progresivo de la Hacienda pública. Lo mismo pasa con las diferencias laborales en el sector, entre autónomos, convenios, empresas y operadores. Hay que tomar una valiente decisión para aplicar otro pacto de Estado del transporte por carretera y otros períodos transitorios. Al Ministerio se la ha sugerido que sí debería haber un período transitorio, pero si no se hace este pacto que englobe a todos los estamentos, no hay nada que hacer. www.maycarr.es]]>